En realidad las dos cosas. Esta gatita tiene mucho carácter, es fuerte y salvaje. Lo explora todo y quiere a todo el mundo. Le gusta sentarse en el tejado y ver pasar el mundo incluso con viento. Pero también tenía un hábito ruidoso y maloliente cuando era bebé. Se le pasó, pero el nombre se le quedó.
Lamentablemente no le ofrecieron un hogar, nadie la quería porque la consideran "aburrida" por ser una gata blanca y negra. Pero a nosotros no nos importa y a ella tampoco. Es feliz y querida y se ha hecho un hueco como gata de finca.